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"Cerebro"

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¡Que nadie se escandalice, por favor! Lo afirmo: quien tiene un cuerpo, tiene un negocio.

No creo equivocarme si la primera idea que se te ha pasado por la cabeza ante ese titular ha sido la compra-venta de sexo. Ahí tienes una prueba contundente de la mentalidad tan limitada y cortita que nos usamos; es la causa de que no veamos ni encontremos más opciones y oportunidades. Vamos como caballo con anteojeras que solo percibe lo que tiene delante y a corta distancia y dirigido por quién lleva las riendas.

El gran tesoro del ser humano es su mente. La libertad de buscar información, de analizar y discernir, de filtrar ideas y construir creencias, siendo ésta la base de su actitud, hábitos, comportamientos y manera de responder ante los sucesos y circunstancias de su vida.

Millones de personas se encuentran ahora en una difícil situación personal, familiar y económica por haber perdido su puesto de trabajo y con ello el sustento básico para vivir.

Pero este hecho, no tener un empleo, es eso, un hecho, no una enfermedad incurable o una maldición vitalicia. La persona no es consciente de que esa es solo una forma, una, de hacer uso de sus capacidades, talentos, habilidades, conocimientos y tiempo y cambiarlo por dinero. La materia prima sigue siendo de su propiedad: su mente, su conocimiento, su actitud y todo lo que puede aportar para el bien de otros.

Ese es el quid de la cuestión: encontrar qué necesidades y problemas tienen las personas, y ofrecerles una solución.

De esto trata emprender. Ni siquiera es necesaria una idea genial, un nuevo invento o montar un chiringuito. También puedes iniciar un proyecto o negocio sin capital económico, local, empleados ni los múltiples y costosos gastos que se generan sin siquiera levantar la baraja y abrir la puerta. Lo que sí vas a necesitar es hacer una gran inversión en ganas, esfuerzo, entusiasmo, energía, horas, aprendizaje…

Estamos en un nuevo siglo y hemos cambiado de era: la industrial ha quedado atrás y con ella las antiguas reglas de juego del mercado laboral.

Es hora de empezar de nuevo, reinventarte y ponerte al mando de tu destino.

He aquí una idea para emprender. Si tienes un cuerpo, como cualquier persona que viva en este planeta, tienes un negocio, porque mientras estemos en forma física nuestro cuerpo, mente y espíritu tiene necesidades que tu puedes cubrir: alimentarse, nutrirse, cuidarse, embellecerse, ejercitarse, cuidar su salud, vestirse, soñar, desplazarse, descansar, relacionarse, amar y sentirse amado, tener un hogar, divertirse, reír… la lista es interminable.

Ya todo está inventado. Lo dijo Darwin, las especies que sobreviven no son las mas fuertes, ni las más capaces, sino las que se adaptan mejor. Para el padre de la psicología moderna, William James, el gran descubrimiento de su generación, a principios del siglo XX,  fue que el ser humano solo con cambiar su mente, puede cambiar su vida. Ambos están de plena actualidad.

Te corresponde a elegir donde enfocar tu atención: en la oportunidad o en el peligro; ambos son efectos de cualquier crisis. Infórmate, nunca como ahora ha sido tan fácil y cómodo conseguir información, de canales diferentes; abre tu mente; desaprende; edúcate de nuevo; acepta y adáptate a los nuevos tiempos. Levanta del sofá. Tú puedes.

Ya se ha dicho: ayuda a otros a conseguir lo que quieren y tendrás todo el éxito que quieras.

Hay opciones, hay oportunidades, encuéntralas.

Te corresponde hacerte cargo de tu vida. Es cuestión de responsabilidad y voluntad personal. Quién quiere encontrará un medio; quién no muchas excusas.

Ana Novo
La Comadrona Espiritual ®
www.creoycreo.com

Quien tiene un cuerpo, tiene un negocio

9 enero 2014, El Lector Alternativo ,

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